Derrotado. Sí. Me siento derrotado por la tecnología o por la edad. Y es que he perdido tres horas de mi vida intentando conseguir hacer funcionar mi flamante DNI electrónico.
No se trataba de tramitar mis relaciones con la Seguridad Social ni con la administración tributaria que ya se cuidan de que los obligados asuman una fácil relación electrónica por aquello de exprimirles jugo recaudatorio. Tampoco es el caso del profesional cuya corporación le facilita técnica, cauce y tarjeta para identificación y firma electrónica.
No, señor. Se trataba de algo mas sencillo y con vocación mas general, de mi humilde pretensión como ciudadano de conseguir con mi DNI electrónico, poder solicitar un certificado de una administración distante, formular una reclamación ante una Agencia pública o solicitar una autorización a mi Ayuntamiento u otra administración, sin tener que desplazarme.
O sea, se trababa de conseguir eso que pomposamente anuncian como “autenticación de la identidad” en las comunicaciones electrónicas, y apoyarme en un Certificado de Firma electrónica para que el receptor de mis mensajes electrónicos confirmase su autenticidad. Y como no, ya que la publicidad oficial lo incluye en sus virtudes, como medio para comprobar que el documento no ha sido modificado por ningún extraño.
¡ Casi nada!. Así que jubiloso me puse a ello… Y aquí queda mi testimonio.
Lo primero he tenido que conseguir la contraseña, que como la mayor parte de los que renovamos recientemente el carné, nos limitamos a guardar el sobre ciego con la contraseña en el pozo de nuncajamás. Esta etapa fue sencilla pues una maquinita en la sede de la Policía Nacional me facilitó la contraseña.
Lo segundo he tenido que adquirir un lector de DNI y tarjetas, debiendo elegir el equipo entre gran variedad y ayudado por un dependiente del Corte Inglés que no me podía asegurar cual funcionaría ni necesitaría instalar los drivers ( que para mi infantil dominio del inglés eran «conductores» y ahora parece ser que son unos códigos que permiten que el «lector» hable y se entienda con mi «ordenador).
Y ya sentado frente a mi ordenador, empezó el calvario. La lectura de las instrucciones de la página de la web de la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre era agotadora, ya que te asaltan desde franjas laterales, pestañas e inferiores; su cantidad y jerga me sugirió que podían utilizarse como condena durísima para cualquier criminal al que se le prometiese la libertad si consiguiese comprenderlas.
Perdido en tanta descarga, instrucción y programa, tuve que lanzarme a ese ayudante generoso que es youtube donde decenas de videos se ofrecían a ayudar en la instalación del programita y del certificado. Algunos estaban plagados de publicidad, otros eran de frikis exhibicionistas y otros solo mostraban los tropiezos de sus autores, aunque entre el fango alguna flor crecía.
Como soy de ese mundo tenebroso de los propietarios de los Mac, el vía crucis comenzó. Los pasos eran laboriosos y propios de avanzar por un campo de minas. Descargar programa gratuito de DNI de la web de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre; abrir el navegador Firefox y pasar al cuarto de máquinas para instalar los certificados, o sea pulsar «Preferencias», luego » Avanzado» y después… sálvese quien pueda. Me encontraba en el inframundo. Terrible. Una y otra vez tecleando. Relleno casillas, pincho cuadraditos, leo instrucciones crípticas y tecleo a ver que pasa. Ahora descargo, luego subo el archivo, me lo rechaza, pruebo manualmente. Una y otra vez. Solo faltaba que me preguntase la maquinita por mis preferencias sexuales, si fumo o si me gusta pedalear y que escogiese la respuesta en arameo o lenguaje trinario. Pero no, bastante tenía con subir y bajar por archivos, portales y otras curvas tortuosas de eso que se llama un laberinto virtual.
Consulto mas tutoriales. Intento convencerme de que el error lo tiene el alumno y no el maestro. Nada. Vuelta a empezar. Ya soy capaz de seguir la hoja de ruta tecleando sin mirar y llegar indemne hasta un punto avanzado, pero como el que camina por la cucaña para obtener el premio, resbalo y todo se desploma. Como Sísifo reinicio la subida a la montaña y la piedra cae y me aplasta. Comienzo a sudar y sigo intentándolo.
Me paro a tomar aire y me tomo una pausa para navegar por google y leo quejas de algunos usuarios del DNI electrónico, pero el decoro me impide transcribir cómo se acuerdan de los parientes próximos de los creadores del engendro. Siento tentaciones de sumarme al coro de insultos, pero opto por reintentarlo. Nueva caída del caballo. Muerdo el polvo o el teclado. Me duele la cabeza, la espalda de estar inclinado sobre el ordenador, y entonces pierdo los estribos e insulto a la maquinita.
Pero lo reintento. Elevo el tono de voz aunque estoy solo. Mascullo. Golpeo la mesa con el puño. Llamo a mi hermano para consultarle y me confiesa que el abandonó tan ingente labor porque siempre hay una versión que no es la actualizada y que una vez conseguido que funcione la firma electrónica es como el Guadiana, hoy sí y mañana no toca. Me habla de Java y me percato que no es la isla de Indonesia sino un programa que tengo que descargar, lo que consigo gratuitamente tras aceptar publicidad de varios aprovechados.
Vuelo a reintentarlo porque soy asturiano, tozudo y porque soy yo. Nada. Llamo a un amigo para pedirle consejo. Me da el pésame. Lo reintento, porque una máquina no podrá conmigo. ¡Por fin!, parece que he conseguido instalar el certificado. Me lanzo a verificarlo gozoso pero no, todo un espejismo como los sedientos que ven oasis.
Y entonces sí. Entonces, próximo a verter espumarajos de perro rabioso, maldigo a la administración electrónica que nos ha tocado en suerte. Maldigo a los que mienten sin pudor diciendo que la mayor parte de la población está familiarizada con el tema. Maldigo mi inutilidad y a la tecnología. Y de paso maldigo a Donald Trump y Kim Jong-un porque lo merecen.
Podrá decirse que soy un ignorante. Un torpe. Acepto con humildad consolándome con aquello del pasodoble, «Manolete, si no sabes torear pa´ qué te metes», pero creo que una administración que pretenda realmente administrar al ciudadano e integrarle en la administración electrónica tiene que dar máximas facilidades para que sea efectivo.
Me considero un ciudadano medio que lee (bueno, después de esta experiencia, bajo el ciudadano medio) pero que creía sobrevivir a la llamada brecha digital, siendo un poco mas que usuario de computadoras y un poco menos que hacker, y por ello ingenuamente creía que con el tiempo que dediqué a esta labor tenía que haberlo conseguido.
Así que acepto mi culpa. Mi candor infantil por pensar que lo conseguiría. Pero alguna autoridad, muchos comités y consejos de la administración electrónica no hacen bien su trabajo porque en la encuesta informal hecha en mi entorno, donde pululan académicos, empresarios, funcionarios y artesanos, ninguno lo había conseguido. Todos con un flamante DNI-e pero como quien tiene un Ferrari siempre en el garaje.
Y es que, insisto en que una cosa es el carné electrónico corporativo, que facilita el acceso a diversos escenarios y relaciones con la administración u organización que lo expide y otra el DNI electrónico que como simple y solitario ciudadano (o sea, como la mayoría) pretendía utilizar ante cualquier gestión ante cualquier administración pública y desde mi propio ordenador y lector.
Algo va fatal en la administración pública española cuando ya hace tiempo que solito conseguí hacer operaciones a través de Amazon y Ebay en minutos y en cambio, cuando tengo que relacionarme con la administración que me vio nacer y que me enterrará, debo acudir al Registro Administrativo o la vía postal o indicar el correo electrónico. Pero lo de la firma electrónica con el DNI electrónico… ¡ni está ni se le espera!… por lo que a mí respecta, insisto.
Quede esto como testimonio airado de un ciudadano decepcionado.
Lo mejor es que busco en la web por si hay sitio para hacer las preguntas o consultas que me atenazan: ¿tan difícil es que cualquier cargo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre o del Ministerio del Interior, consulte a sus vecinos a ver si lo han conseguido?, ¿tan difícil es habilitar un número telefónico donde un ser humano con rostro y oído atienda tus súplicas?, ¿acaso no puede ofrecerse por la Administración, mediante el pago de una tasa, un funcionario formado, que en diez minutos me instale en mi domicilio debidamente el DNIe, en vez de perder tiempo y paciencia infructuosamente?, ¿cómo reclamar por vía electrónica ante el desastre del DNI-e si me resulta imposible comunicarme por ese cauce?, ¿alguien ha evaluado el coste de la publicidad, técnicas y técnicos para la implantación del DNI-e en relación con el fruto del incremento real de usuarios «reales»?
P.D. Lamento que hoy toca desahogo de ciudadano en el blog, pero bien están los ejemplos de primera mano («Por mi culpa. por mi grandísima culpa…«) para mostrar como el derecho y la administración electrónica va por un lado y la vida por la otra.
Si en La verbena de la Paloma, ya se decía «que los tiempos adelantan que es una barbaridad» pues que se diría hoy. Aunque, claro, eso de que adelantan es un decir, porque a veces son verdaderos y lúgubres atrasos tal y como hoy pone de manifiesto el maestro, a citar a Dante… Ahi es nada. Pero bueno.
Otra muestra de estos «adelantos»; las instrucciones o preguntas «enlatadas» en temas comerciales.
A: Llama por teléfono… La llamada se agota. Pic, pic, pic. O sea corte.
A. Vuelve a llamar por teléfono… La llamada se agota. Pic. Pic. Pic. O sea corte.
A. Vuelve a llamar por teléfono: Al quinto rinrin, se oye una voz. Diga o marque uno si quiere que le atendamos en español; diga o marque 2 si quiere que le atendamos en catalán…
A. A mi me da lo mismo. Como usted quiera.
Operador: No le hemos entendido. Diga o marque 1 si quiere que ….. Diga o marque
A: ¡QUÉ A MI ME DA IGUAL…»
Operador: No le hemos entendido…. Diga……
A: Oye, listo: ¿ te estás quedando conmigo ? ¿ Eres tonto o qué ?
Operador: No le hemos entendido…
Libre de virus. http://www.avast.com
Yo sin duda prefiero el certificado de persona física de la FNMT. Es muy fácil de instalar, funciona en todos los navegadores y no hay que instalar drivers ni historias.
Completamente de acuerdo.
Y a todo esto la Ley 39 nos dice que tenemos que ayudar a los ciudadanos cuando nos vengan a pedir ayuda…tamos apañaos!
BIENVENIDO AL CLUB…. Solo tres horas; solo 1 día… esos no es NADA. Yo deje de intentarlo, tras perder muchas más horas a lo largo de varios años.
Tengo los certificados digitales DNIe, ACA (Autoridad de Certificación de la Abogacia) y FNMT. Cada uno de ellos funciona bien en su campo… pero para utilizarlos como certificación para dar autenticidad a los correos electrónicos… OLVÍDESE… eso es mil veces más difícil que un recurso de casación y se necesita muchísima más suerte, determinadas condiciones de temperatura, presión atmosférica, velocidad del viento y otros factores desconocidos.
Eso sí, la única persona que conozco que consiguió hacerlo y me manda correos auténticados con su firma digital, tiene un MAC.
He de decirle que al principio de los tiempos, cuando salieron los certificados digitales, funcionaban SUPER FÁCILMENTE SIN PROBLEMA ALGUNO para poder mandar correos electrónicos autenticados y, luego cuando tenidas el certificado también del receptor, cifrados. Era SUPER SIMPLE y lo más normal del mundo. Funcionaba con los navegadores y programas de correo electrónico usuales, no era necesario andar probando combinaciones.
Creo que al Estado, especialmente al americano (que graba las conversacioens y correos de todo el mundo y nos da igual) y a los españoles con SITEL (ni siquiera regulado pro LEy Orgánca, chúpate esa que es de fresa…), no les gustaba la posibilidad de que los ciudadanos pudieran tener secreto en sus comunicaciones…y a partir de un año era imposible mandar mensajes autenticados con tu firma digital (sea de la FNMT; del ACA, de DNIe o de lo que fuese). Imposible. Ni en Outlook, ni en ningún otro programa. Not possible.That’s all.
No pierda más el tiempo. Antes era super simple; ahora ya no lo conseguirá en casi ninguna combinación de sistema operativo y de programa de correo electrónico.
¿Cómo lo consiguió la persona que usa MAC? A seguir luchando. La pregunta es: si hace muchos años era super sencillo autenticar o cifrar correos electrónicos con tu firma electrónica….POR QUÉ DEJO DE SERLO????
Llame a Microsoft, a los de Outllook , o a cualquier otro y pregunte por qué ahora es imposible autenticar y cifrar correos electrónicos. No le dirán la verdad. Le remitirán a las instrucciones actuales, sin resultado alguno, lo intenté un dr. en informática de Cal Tech o un Notario o Rita la Cantaora.
Instalar todo el aparato de hardware y software del DNI electrónico en un MAC es una odisea por no decir muy difícil. El informático de mi institución logró hacer después de varios días….pero ojo….que no se rompa mi lector de tarjetas porque si no, no irá….y otra vez a empezar….en fin…no has sido el unico que hapasado por eso…Ha estado muy el relato…me identificaba en tus distintas etapas del intento de que funcionase….
PD: Te aconsejo FNMT e instalado en el propio MAC
Esta es la realidad José Ramón; y conforme con la inmensa mayoría de los comentarios. Alguno dice que el certificado de persona física de la FNMT es fácil de instalar y funciona bien. No fue así mi experiencia en su momento. Primero creo recordar que había que instalarlo con Mozilla; como pasé varias semanas sin conseguirlo, por mor de descargas y demás (entre otros,. siempre me daba error y el problema era que no podías poner guiones de separación, ni acentos, ni comas, etc, por ejemplo, entre piso y puerta o código postal… pero en ningún sitio te advertía de cuál era el error). Después creo que había que instalarlo con Explorer. Al final lo conseguí. La semana pasada tenía que haber renovado dicho certificado, pero desistí; ahora es con Firefox y con una actualización de Java que no me permite el ordenador donde tenía registrado el certificado. Esperemos que no suceda nada en los próximos meses, tipo notificación de alguna administración y de la que no me he enterado.
Cada día vemos infraestructuras públicas sobredimensionadas o en sitios donde no son necesarias, por ejemplo, carreteras desdobladas donde apenas hay tráfico o piscinas públicas en pueblos deshabitados, por resumir. Y sin embargo vemos autovías con gran densidad de tráfico mal asfaltadas, mal señalizadas, con socavones, y con asfalto resbaladizo en lugares donde llueve mucho, también por resumir. No hay modo de valorar estas decisiones de los políticos y técnicos. No me sirven las elecciones.
El otro día estuve en la T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Barajas y me fijé: a la salida de los aseos públicos había una maquinita de encuesta con cuatro caras, desde enfadado a sonriente; era fácil de usar, intuitiva. ¿Para cuándo algo parecido que nos permita valorar todas y cada una de las decisiones de los políticos, funcionarios, jueces, fiscales, etc., etc.? Y valorarla antes de que, por ejemplo, se malgaste el dinero…
Entre la abundante grey de este blog habrá, seguro, algún responsable de la «administración electrónica». ¿Estás ahí? ¿Algún consejo? Y deja, por favor, de reírte.
peor fue lo mío; al día siguiente se le cayó el «chip» al DNI electronico
Excelente reflexión, me he sentido totalmente identificado. Gracias por escribir tan bien lo que muchos sentimos y pensamos. ¡cómo puede ser tan complicado usar el DNI-e !
Un abrazo
Suscribo absolutamente tu relato, que se corresponde con mi expriencia. A través del Carnet de la Abogacía, con el lector correspondiente, me comunico y presento y recibo escritos con la AEAT, la Seguridad Social y los Juzgados, pero el DNI-E es una absoluta estafa.
Hay rumores de que Llarena le prometió a Junqueras que le dejaba en libertad si conseguía remitirle la solicitud con su DNI-E.
Presta un mayor servicio a los administrados la experiencia de nuestro Señoría que millares de quejas que siempre caen en saco roto. Sugiero a todos los intervinientes que difundan este panel en todas las RRSS a las que tengan acceso.
Yo tengo el dni e- desde hace años y estoy muy contento. Pero hay que tener en cuenta dos o tres cosa importantes. La primera es el navegador, que no funciona igual con unos que con otros (creo que el mejor es el explorer, y la culpa no es dl dni sino del navegador); y luego están los dichosos pop ups. Estos antipáticos mamporreros siempre están ahí para hacer la puñeta, y hay que desactivaros.
Si me preguntan para que sirven no lo sé, pero su presencia es repelente.
Años…¡¡AÑOS!! llevo yo peleándome con la administración electrónica. Cuando vi la reforma de la Ley 39, y -cual Casandra griega – vaticiné caos y desesperación ciudadanos a todo el que me quiso oír… y en esas estamos.
Si la gente que escribe en este blog (juristas, funcionarios, gente a la que se nos supone un razonable conocimiento de nuestros derechos, y una capacidad de lectura comprensiva igualmente razonable) caemos presa del desánimo y nos rendimos agotados bajo la bota opresora de la e-Administración… imagínense ustedes cuando el «desgraciado» obligado al trato electrónico es el mayor de los hermanos de una herencia yacente o el secretario de la asociación cultural del pueblo… ambos casos vividos por mí, que tuve que acudir en ayuda de los pobres y actualmente traumatizados ciudadanos…
Y ya cuando la cosa es emplear los programas Factura-e o AutoFirma, ambos suministrados por el MINHAFP, prepárense, y tómense la tila o el lexatin de forma preventiva…
He pedido a mis hijos que no se hagan informáticos del Estado. Porque sé que los ciudadanos desesperados se acordarán de su madre a diario…
Creo que has dado en la diana al observar los innumerables comentarios que ya has generado y que el mío espero, no será el último. El «vuelva ud. mañana» de la administración de papel se ha colado en la administración digital. Eso si, si los asturianos sois cazurros, los castellanos no vamos a la zaga y puedo asegurar que las dos o tres veces que he utilizado el DNI,e, después de varios tropiezos y golpes en la pared,,al final conseguí que funcionara. Pero dicho esto, inmediatamente se generaba en mí una real angustia pensado en lo que debería soportar de nuevo al usarlo en siguiente ocasión porque no había tomado nota de todos los demasiados tropiezos pasos realizados. Espero hacerlo en la siguiente ocasión si me acuerdo, aunque me temo que serán diferentes a los superados en anteriores usos.
Está claro que su experiencia parece ser compartida por cientos, ¡qué digo cientos! miles de ciudadanos a los que se nos ha sometido, en el intento de auntencicar el d.n.i. electrónico, a tortura info-torquemadiense resultando ‘quemados y burlados’.
Sinceramente pienso que somos burlados cuando se comprueba cómo para otros menesteres hay dinero y recursos tecnológicos de vanguardia dedicados presuntamente a fines tan loables como la Seguridad Vial (aunque es bastante extendida la creencia de que realmente enmascaran fines menos loables y sí recaudatorios -‘cuando el río suena…).
Si en un acto de ‘locura’ de quienes están en el poder ejecutivo se incrementasen esos recursos para ‘tonterías’ como facilitar y mejorar, ya no sólo el asuntillo del d.n.i. electrónico, sino los de la Administración de Justicia (ya que estamos opinando en el blog de un representante de dicho Poder), ya no es que les facilitaría su trabajo a todos los funcionarios de Justicia (incrementando su productividad y rendimiento, siempre cuestionados), sino que satisfacería las necesidades de los ciudadanos …¡y no hablemos de los recursos para la Sanidad porque todos sabemos que no hay listas de espera para, no sólo ser intervenido quirúrgicamente, sino siquiera ser atendido por el médico de familia!
Si un viajero del tiempo viniera del pasado y viera nuestro presente podría sacar la conclusión de: ¡qué poco han cambiado las cosas!, y eso a pesar de la tecnología que tienen porque tener lo último y no saber/poder usarlo sirve lo mismo que no tenerlo.
Para añadirle emocion suele fallar cuando intentas presentar un recurso que por supuesto es el ultimo dia, en el punto de acceso de la administracion del Estado. Menos mal que quedan estafetas que cierran a las 20.00.
Relacionarnos con la Administración por medios electrónicos es un derecho de los ciudadanos. No analizar las dificultades que tienen los administrados para el ejercicio efectivo de este derecho….no se, a mí se me ocurre que es sintómatico de una ausencia de responsabilidad administrativa, ausencia impropia de un estado de la Unión Europea en el año 2018.
¿Existe un Ministerio de Administración Pública?
Ojala fuera un derecho. Para personas juridicas y otros colectivos no es un derecho sino una obligacion, cuyo incumplimiento tiene consecuencias muy serias. Es lamentable que no se haya dado una fase transitoria mas prolongada, como ha ido haciendo la AEAT con las declaraciones, al menos hasta que cada autonomía y Ayuntamiento estén correctamente conectadas al punto de acceso de la Administración General del Estado, y por supuesto hasta que este funcione como Dios manda.
Luego me encanta que me riñan los funcionarios por presentar las cosas en el punto de acceso de la Administración General del Estado en lugar de en la web propia del Ayuntamiento o autonomía de marras.
Una vez que invertiste tanto tiempo, podias buscar a algun avezado que lo haya conseguido para que te ayude y luego hacer un “tutorial” en 5 pasos para el esto, hombre…
Si tú que tienes un blog tan vivo y con mas entradas que la web de Hacienda, que eres capaz de encontrar en la red esas imágenes tan increiblemente apropiadas para cada artículo, imagínate los que seguimos prefiriendo la azada al pc… Ayudamos hombre!!
Hola JR Chaves,
La verdad es que me ha tocado la fibra tu artículo. Recientemente estudié el caso del DNIe en un Máster de la UB como ejemplo de política pública «desastrosa» (si lo valoramos en término de inversión de dinero público y uso). No he podido resistir la tentación de reenviar tu artículo al profesor.
Sigue ilustrándonos con tus relatos.
Saludos.
El día de la marmota: https://efuncionario.com/2010/02/17/problemas-del-producto-dni-electronico/
Hoy mismo he ido a actualizar mi clave en el kiosco de la comisaría más próxima, y tras conseguir identificarme con mi huella dactilar, y cambiar la clave, ha salido una pantallita de “error irrecuperable” y un texto por detrás diciendo “se ha detectado un error, puede que su sistema no sea seguro, quizás se haya contaminado con virus o secuestrado por un hacker…” o algo similar. Me he ido del kiosco dejando una pantalla negra sospechosa donde sólo salía un pequeño texto en el que ponía “Windows 7”.
Pero es sólo una anécdota más en la larga historia de fracasos que, en primera persona, o en la de las personas que conozco, hemos vivido, cuando hemos intentado usar el DNIe.
Como comenté en mi artículo en 2010, no es un problema de mal diseño tecnológico sino de mal diseño de producto. Mientras no cambiemos la mentalidad y diseñemos productos para el ciudadano, el ciudadano no los usará.
Quizás Blockchain acabe finalmente imponiéndose (en forma de producto apropiado) como la solución tecnológica para la verificación de la identidad del ciudadano.
je-je-je…¡Ya esta,bien, que tocara a algún juez sufrir las impertinencias administrativas! Dicho con mucho cariño para una gran persona!