Preocupado quedé en un primer momento cuando realicé una lectura excesivamente acelerada y añadí la sílaba ‘la’ al rega..rlo’. Tras enmendar mi precipitada lectura, pasé a realizar una rapidá reflexión cuyo fruto es el que intento exponer:
Como todo ser viviente (y la CE 1978 sin duda lo es), requiere que su cuidado sea llevado a cabo por los técnicos »agricultores’ que posean los conocimientos, la prudencia, la paciencia y la intuición, entre otras aptitudes y habilidades, para que el árbol constitucional prospere revitalizándose y ofreciendo los mejores y ‘sabrosos’ frutos. Lamentablemente no se puede dejar al albur de la actuación espontánea de la propia Naturaleza cuya sapiencia atemporal posee sus propios mecanismos y ‘decide’ qué sobrevive o se malogra.
El árbol constitucional, ahora bien, es fruto del hombre y para el servicio al hombre, por lo que el cuidado debe recaer sobre éste y no puede ser ‘cedido’ a las ‘ leyes de la supervivencia’ de la Naturaleza. Es por ello que los especialistas en arbolística artificial deben evaluar la situación del árbol constitucional y valorar y diseñar qué actuación ejecutar: tal vez el riego, airear las raíces, abonar, retirar frutos, hojas o ramas perjudiciales, podar, aplicar tratamientos insecticidas o fungicidas, etcétera.
Los árboles en la propia Naturaleza nos han enseñado que pueden ser milenarios y por qué no soñar que el árbol constitucional pueda pretender con el cuidado adecuado pervivir por tiempo ilimitado. Sólo depende de nuestra mejor voluntad de convivencia, respeto y tolerancia hacia el otro.
1. tr. Cortar o quitar las ramas superfluas de los árboles, vides y otras plantas para que fructifiquen con más vigor.
2. tr. Eliminar de algo ciertas partes o aspectos por considerarlos innecesarios o negativos.
De entre otras posibles definiciones, me quedo con las acepciones que del verbo podar nos ofrece la RAE. A mayor abundamiento y si bien hay cierto solapamiento entre la primera y segunda de las acepciones que aparecen arriba (un corta/pega, obviamente) no hay entre ellas ningún enfrentamiento, por lo que bien se podría, creo, cocinar una tercera vía, para concluir que al respecto sería bueno (según mi opinión, claro) PODAR el árbol de que hoy nos habla usted. Con una poda bien planificada y mejor ejecutada, nuestro árbol seguiría y durante un buen tiempo, cumplimiento los objetivos por los que fue plantado…
Su acertada sugerencia, como alguna otra que ya aparece y las que más puedan aparecer, quedaría integrada en aquella tercera vía a la que antes me refería. Lo importante es potenciar la utilidad del árbol que nos ocupa, conscientes de que no es, ni puede ser, ni debe ser, como aquellos otros (8 si mal no recuerdo) a los que los que, por su propia esencia y naturaleza, se les dotó de permanencia e inalterabilidad…
Bonito árbol. Yo pienso que un árbol «radicalmente» democrático es capaz de dar cauce a todo problema, porque sería un árbol donde los sagrado son las reglas democráticas, no las políticas o situaciones a las que esas reglas nos lleven. En fin, feliz navidad y gracias por todo lo que aprendo leyendo estos post. Y lo que me rio. Que no solo de pan vive el hombre.
Con todo el respeto hacia se señoría y esperando que se entienda la broma cariñosa, le diré que lo suyo tiene nombre….workaholic
sheking the tree
Preocupado quedé en un primer momento cuando realicé una lectura excesivamente acelerada y añadí la sílaba ‘la’ al rega..rlo’. Tras enmendar mi precipitada lectura, pasé a realizar una rapidá reflexión cuyo fruto es el que intento exponer:
Como todo ser viviente (y la CE 1978 sin duda lo es), requiere que su cuidado sea llevado a cabo por los técnicos »agricultores’ que posean los conocimientos, la prudencia, la paciencia y la intuición, entre otras aptitudes y habilidades, para que el árbol constitucional prospere revitalizándose y ofreciendo los mejores y ‘sabrosos’ frutos. Lamentablemente no se puede dejar al albur de la actuación espontánea de la propia Naturaleza cuya sapiencia atemporal posee sus propios mecanismos y ‘decide’ qué sobrevive o se malogra.
El árbol constitucional, ahora bien, es fruto del hombre y para el servicio al hombre, por lo que el cuidado debe recaer sobre éste y no puede ser ‘cedido’ a las ‘ leyes de la supervivencia’ de la Naturaleza. Es por ello que los especialistas en arbolística artificial deben evaluar la situación del árbol constitucional y valorar y diseñar qué actuación ejecutar: tal vez el riego, airear las raíces, abonar, retirar frutos, hojas o ramas perjudiciales, podar, aplicar tratamientos insecticidas o fungicidas, etcétera.
Los árboles en la propia Naturaleza nos han enseñado que pueden ser milenarios y por qué no soñar que el árbol constitucional pueda pretender con el cuidado adecuado pervivir por tiempo ilimitado. Sólo depende de nuestra mejor voluntad de convivencia, respeto y tolerancia hacia el otro.
(Del lat. putāre).
1. tr. Cortar o quitar las ramas superfluas de los árboles, vides y otras plantas para que fructifiquen con más vigor.
2. tr. Eliminar de algo ciertas partes o aspectos por considerarlos innecesarios o negativos.
De entre otras posibles definiciones, me quedo con las acepciones que del verbo podar nos ofrece la RAE. A mayor abundamiento y si bien hay cierto solapamiento entre la primera y segunda de las acepciones que aparecen arriba (un corta/pega, obviamente) no hay entre ellas ningún enfrentamiento, por lo que bien se podría, creo, cocinar una tercera vía, para concluir que al respecto sería bueno (según mi opinión, claro) PODAR el árbol de que hoy nos habla usted. Con una poda bien planificada y mejor ejecutada, nuestro árbol seguiría y durante un buen tiempo, cumplimiento los objetivos por los que fue plantado…
Incluso yo sugeriría algún injerto, para adaptarse a los tiempos y otros árboles resistentes
Su acertada sugerencia, como alguna otra que ya aparece y las que más puedan aparecer, quedaría integrada en aquella tercera vía a la que antes me refería. Lo importante es potenciar la utilidad del árbol que nos ocupa, conscientes de que no es, ni puede ser, ni debe ser, como aquellos otros (8 si mal no recuerdo) a los que los que, por su propia esencia y naturaleza, se les dotó de permanencia e inalterabilidad…
Ojalá ese arbol sea de hoja perenne, difícil cosa. Feliz Navidad
Con este elaborado y precioso árbol sería, de verdad, una FELIZ NAVIDAD.
Bonito árbol. Yo pienso que un árbol «radicalmente» democrático es capaz de dar cauce a todo problema, porque sería un árbol donde los sagrado son las reglas democráticas, no las políticas o situaciones a las que esas reglas nos lleven. En fin, feliz navidad y gracias por todo lo que aprendo leyendo estos post. Y lo que me rio. Que no solo de pan vive el hombre.
La monarquía parece una especie de procesionaria que convendría tratar por el bien del árbol.