Dicen que la realidad es mas rica que la ficción pero me he quedado perplejo ante un sucedido en la Comunidad Autónoma de Asturias que no sé si etiquetarlo de asombroso, chusco o penoso, y que implica a numerosos funcionarios en un lío penal.
Dado que el caso está vivo me limitaré a exponer la versión periodística literal ofrecida por el diario La Nueva España de ayer (9/10/2109), con algún comentario personal con letra azul y entre paréntesis, y prepárense para abrir los ojos como platos:
Versa sobre la actividad instructora acometida por un Juzgado de instrucción de Oviedo en relación con inquietantes sucesos en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Los hechos se produjeron en enero de 2017 (Toma ya rapidez en la reacción judicial)
El médico protagonista de este caso participó en una pelea nocturna en Oviedo con otro hombre. (Caramba con el médico que olvida el juramento hipocrático, o quizá piensa que solo le obliga a sanar pero no le impide la trifulca)
Resultó lesionado –el médico–, fue llevado a Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y le atendieron sus compañeros de hospital. (No hay nada como en “casa”)
Estando en uno de los boxes, apareció por allí la persona con la que se había peleado. (¿Qué probabilidades había de que la tostada cayera del lado de la mantequilla?)
De inmediato, el médico se lanzó a por él y le clavó un objeto punzante (un bisturí o una tijera). (Sin comentarios, escena digna de película de Tarantino)
Ante el escándalo suscitado, la Policía se personó en el recinto hospitalario. (No me imagino los otros pacientes de los boxes, sin oxígeno ni asistencia, creyendo que ya estaban en el infierno)
Ambos contendientes fueron atendidos de sus lesiones. (Espero que no fuese por el mismo médico, ni juntos y, por supuesto, desarmados)
y, acto seguido, el especialista fue detenido. (Nada sabemos de su rival)
Además, hubo de ser ingresado. (Se ve que su rival se defendió golpeándole con un gotero)
En los días sucesivos, sus compañeros de servicio, a cuyos oídos llegaba rumorología de todos los colores, fueron advertidos de que no se dejasen llevar por la curiosidad malsana. (Claro, al fin y al cabo, todos los días suceden esas cosas, ¿para qué curiosear en el historial clínico de su compañero?)
Una vez recuperado de sus lesiones, el médico decidió querellarse contra todos los sanitarios que habían merodeado por sus datos: 8 médicos y 26 enfermeras (No hay como el compañerismo)
Incluidos, según algunas fuentes, todos los compañeros que le habían atendido, de forma directa o indirecta, en el servicio de Urgencias, que pueden llegar a ser numerosos. (Ser buen samaritano nunca queda impune).
El resultado es que el Juzgado de Instrucción investiga y toma declaración a todos lo que consultaron la historia clínica, y debemos tener en cuenta que “los autores de los mismos pueden ser condenados a penas de dos a cuatro años de prisión y de seis a doce años de inhabilitación absoluta, que acarrea la pérdida de la plaza de empleado público” (Ya me imagino que como consecuencia de la ausencia de tanto personal sanitario para declarar ante el Juzgado se aplazarán operaciones y cambiarán turnos, con perjuicio a pobres pacientes ajenos al folletín)
Según fuentes cercanas a los acusados, ante esta amenaza, una parte de los investigados viven desde hace meses situaciones de angustia y estrés. Algunos de ellos incluso han tenido que tomar la baja laboral debido a su condición anímica. (Como se archive, quizá estos demanden o denuncien al especialista quejoso, para que la rueda de la Justicia no se pare).
Hace poco comentaba otro suceso penoso y chusco de un juez, después de una funcionaria de hacienda, y ahora toca del mundo médico, pero debo dejar claro que la anécdota jamás debe elevarse a categoría ni mancillar tan dignas profesiones.
En fin, más allá del desenlace del caso, que es fácil de pronosticar, me pregunto: ¿cuánto cuesta al contribuyente ese incidente en gastos policiales, judiciales, sanitarios, etcétera? ¿De qué sirven los códigos éticos, de conducta y la ejemplaridad que predican tantas declaraciones y normas?, ¿qué imagen ha quedado del hospital?, ¿realmente tiene razón Darwin de que el homínido ha evolucionado?.
Eso sucede cuando se lleva a los tribunales lo que debería de resolver un buen departamento de recursos humanos
Pero el problema es el corporativismo que existe en este colectivo y otros. Recurso Humanos, habitualmente, se lava la manos y ello obliga acudir a los juzgados.
Hacía tiempo que no me reía tanto, de forma tan repentina. Totalmente conforme; que costes más inútiles se generan para el sistema. No obstante, la Señoría que lleve el caso, seguro que le pone coto con el Sobreseimiento Provisional (al congelador durante 10 años) De este modo, impide que el circo se haga todavía más grande, de lo que ya es.
Gracias, por la amena lectura, y por provocarme la primera carcajada (que no mera sonrisa) del día.
Un claro ejemplo de cómo se pierde el sentido común!!! Cómo es posible que se inicie una actuación judicial instructora contra 8 médicos y 26 enfermeras por supuestamente cotillear un expediente médico? Verlo para creerlo!!! Creo que los jueces en muchísimas ocasiones no son conscientes de la trascendencia de su actos y pierden el necesario sentido de ponderación de los hechos.
La gracia va a ser si inhabilitan a ese personal hospitalario. Con los problemas de personal del servicio de salud va a tener el consejero que ir de rodillas al ministerio de justicia para que les indulten.
Uno se lo tiene que tomar a guasa, pero por desgracia ocurre muchas veces porque no hay medidas correctoras ejemplarizantes en cualquier ámbito.
no entiendo que podían buscar en la historia clínica que no se hubiera visto y aireado en el cuadrilátero del box-eojajajajja…salvo lesiones muy íntimas. esta bien un poco de risa en este viernes!
gracias Chaves, por entrar a todo.
Hace tiempo surgió en nuestra escena artística un entrañable dúo de humoristas. Se hacían llamar los hermanos Calatrava (Manolo y Paco). Comenzaron siendo cantantes serios. Pero, un día, Paco (que, por cierto, guardaba un parecido más que razonable con Mick Jagger) se quedó afónico en medio de una actuación y, en vez de callarse y salir huyendo, se puso a improvisar colocando su voz de forma extraña, poniendo caras raras, haciendo tonterias y realizando un discurso singular. Ese día, sorprendentemente, tuvieron un gran éxito y el público aplaudió a rabiar. Por ello, cambiaron el enfoque de su carrera y comenzaron a hacer parodias musicales (mitad cantadas, mitad dialogadas), en las que Manolo cantaba y Paco le hacía la replica en broma, comentando y deformando las letras, buscando su doble sentido y exhibiendo un repertorio imposible de gestos. Su humor era blanco y familiar. De perfecta comprensión y para todos los públicos.
Salvando las lógicas diferencias y distancias, hoy, tras leer su artículo, no he podido dejar de acordarme de los hermanos Calatrava y su peculiar estilo. La reproducción literal de la noticia, haciendo las veces de Manolo, el cantante serio. Sus comentarios a la misma, haciendo de Paco, su hermano bromista, que saca punta y pone guasa, gracia y agudeza a todos y cada uno de sus puntos. Y nosotros sus lectores, haciendo de publico, que nota que los cuarenta y tres músculos de la cara se vuelven incontrolables y estallan en carcajadas. Gracias por el buen rato proporcionado.
Gracias, Felipe, siempre con tu generosidad y gracejo. Un abrazo astur
Una parte de gracia tiene, pero creo que viene al caso recordar que hay sentencias penales para médicos «curiosos», dos años y medio de cárcel e inhabilitacion. (Servicio Balear de Salud y otro mas que me parece recordar que era un Hospital de Asturias).
Un saludo.