Luchas, triunfos y homenajes del Derecho Público

La vergonzosa arbitrariedad de un Consejo General del Poder Judicial en las últimas

Hoy toca desahogo personal. Los que me conocen saben que creo en la Justicia y en las instituciones. Saben que respeto muchísimo a personas, cargos y decisiones de los órganos públicos.

Sin embargo, todo tiene un límite y cuando me decepcionan profundamente, tengo legítimo derecho a quejarme. Decía García Márquez que nunca querría tener que reprocharse no haber dicho lo que sentía y no haber hecho lo que pensaba, así que ahí va la explicación de mi desazón.

Me presenté a la plaza de Presidente de la Sala contencioso-administrativo de Asturias. El otro candidato es compañero de carrera de Derecho, de promoción judicial y un gran conocedor del derecho comunitario; además de trato agradable y muy original en su visión del mundo y la justicia.

Hoy se hizo pública la adjudicación de la plaza a mi compañero. Además el Consejo General del Poder Judicial le otorga 18 votos y a mí, cero votos.

Para consolarme me dicen que son las reglas del juego. Otros que así son las cosas en un Consejo General del Poder Judicial que apura sus últimos coletazos. O que tenía que haberme movido para potenciar mi candidatura llamando a los vocales del consejo o moviendo «hilos».

Pero como no creo que merezcamos los jueces un órgano cuya composición se guíe por esos oscuros vericuetos, dejo claro que yo no he llamado ni contactado con ningún miembro del Consejo General del Poder Judicial, porque me parecería inapropiado. También los que me conocen saben que no soy conflictivo, ni estoy politizado, sino que sigo mi hoja de ruta por la vida, formándome e intentando ser justo, sin enredar ni buscar problemas.

Veamos mi personal visión del caso, desprovista de toda veleidad política.

El Consejo General del Poder Judicial merece todo respeto como institución de autogobierno. Necesario, sin duda. Además merece respeto el candidato elegido, al fin y al cabo es legítimo ser ambicioso y jugar a la ruleta.

Ahora bien, quienes han decidido esta concreta plaza con sus votos demuestran que no se han leído la convocatoria, o si la han leído que no han querido aplicarla (lo que tiene un nombre en derecho). O que no han cotejado los méritos en la balanza de la Justicia según la convocatoria, que es lo único que se esperaba de ellos.

Además, en relación a la citada plaza parecen haberse olvidado dos cosas cruciales.

PRIMERA.- Que es una plaza para magistrados, NO es una plaza política. Es una plaza de magistrado para la que optan magistrados. Se le aplica por imperativo constitucional el “mérito y la capacidad”. No es admisible que este Consejo General del Poder Judicial tuviese la osadía de informar públicamente que esa plaza se adjudicaría por “Consenso”. Que yo sepa, la Constitución impone mérito y capacidad, no “consenso”, ni cambalache ni mercadeo, ni intrigas palaciegas. En este caso, por suerte, los méritos se pueden valorar con objetividad.

SEGUNDO.- Que tal y como ha sentado nuestro Tribunal Supremo, las plazas de presidente de Sala, a diferencia de las de Presidente del Tribunal Superior de Justicia, no son “cargos gubernativos” sujetos a discrecionalidad sino a la aplicación de las bases de la convocatoria. No es aceptable que alegremente invoquen los vocales de este extinto Consejo el mantra de la “discrecionalidad” para justificar sus votos confundiéndolo con un cheque en blanco. No, los cheques de selección se rellenan con el de mejor mérito y capacidad según la convocatoria. Se olvidan que no hay discrecionalidad allí donde hay una convocatoria con méritos reglados.

No voy a detenerme a examinar los méritos del otro candidato, que sin duda son considerables y admirables pero cara a la plaza concreta convocada, me temo que no resisten la comparación en ninguno de los apartados de la convocatoria. Ni en el escalafón (voy por delante del otro candidato), ni en la categoría de especialista contencioso-administrativo (mi competidor no lo es), ni en la experiencia en la Sala (tengo diez años de experiencia en Sala de la que carece el otro aspirante), ni en la productividad en publicaciones y ponencias, entre otros méritos.

En resumidas cuentas, pase que la Comisión Permanente incumpliese la ley que imponía priorizar los candidatos (no lo hizo para dejar la decisión en manos de votos de oportunidad), pase porque introduzcan el asunto en el orden del día y lo retiren “para alcanzar consenso” (nulidad de libro) y pase porque no hayan visionado la entrevista de los dos candidatos (total, si lo que importa es lo que se pacta… ¿qué importa lo que digan en una entrevista?).

Pero por lo que no paso es porque la adjudicación de la plaza en Asturias pase por la opacidad de la motivación real y que se tenga la desvergüenza de otorgarme cero votos. Ofensivo para mí, ofensivo para la Justicia, ofensivo para el órgano que representan, y representativo de una inadmisible frivolidad. Y sobre todo, indignante para Asturias porque parece que este Tribunal no importa, pues se puede jugar con los cargos y plazas como peones de un tablero de ajedrez.

Agradezco desde aquí a todos los que me han transmitido su apoyo, su incomprensión ante la decisión. Solo escuchar las sentidas y amables palabras de compañeros me consuelan y devuelven el ánimo.

Es curioso que antes de adjudicarse la plaza, a los que me deseaban suerte, les decía que no era cuestión de suerte sino de que se aplicasen las bases de la convocatoria y motivasen su decisión. Reconozco mi ingenuidad.

Me resulta extremadamente difícil escribir esta entrada dejando inmaculados los años de amistad y compañerismo que me unen con el otro candidato, al que deseo lo mejor. Mi reproche, por ahora emocional, es para órgano que decide haciendo caso omiso a una convocatoria que no dejaba margen a la arbitrariedad.

Siento tristeza por los derroteros de la Justicia en estas manos. No importa tanto el caso de José Ramón Chaves (culpable de atesorar méritos y creer en la seriedad del órgano de gobierno judicial) como que este Consejo General del Poder Judicial, pese a que debía extremar el rigor por estar en funciones, demuestra que no le importa jugar con las personas, jugar con el prestigio de la Justicia y burlarse de las convocatorias.

Ya me he desahogado, y no os preocupéis por mí, que seguiré como siempre, sirviendo a la comunidad jurídica y actuando conforme a mis principios, aunque parece ser que hay otros cuyos principios los dejan en el perchero junto con las bases de una convocatoria que no leen.

Tengo enorme curiosidad por leer la motivación del acuerdo, a ver si se pone colorado o no. Es fácil motivar que mi competidor tiene méritos, pero me temo que más difícil será motivar que yo no tenga más que él, y que hacen inexplicable e insultante que no exista ninguno de los dieciocho votos a mi favor. O bien, seguían ciega disciplina de voto (marcada por motivos inconfesables) o bien no se toman en serio su cargo.

De ahí, que por coherencia -ya que pocos han escrito más que yo sobre el control de la discrecionalidad en los nombramientos- recurriré el acuerdo, porque no va en mi estilo soportar la injusticia, la arbitrariedad ni el abuso de poder.

Perdonen estas palabras un tanto quejosas, pero me sirve de alivio compartirlas con mis queridos lectores de la comunidad jurídica. Gracias.

276 comments on “La vergonzosa arbitrariedad de un Consejo General del Poder Judicial en las últimas

  1. Sugiero la lectura de un celebre voto particular de un gran magistrado, Jesús Peces, que califico con acierto la motivación de los nombramientos del cgpj con el adjetivo «hipocritas».
    Vestirán el nombramiento enfatizando algun merito del adjudicatario que tu tengas en menor medida (que habla inglés, que canta en un coro, que cocina de miedo… tanto da) y diran solemnemente que ese requisito es el más importante.
    La realidad es que esta designación, como todas, es fruto del reparto de cromos entre los dos sectores del cgpj, que se necesitan porque se anulan mutuamente. Por lo demás, es sabido que para aspirar a un puesto resulta imprescindible humillarse ante los vocales del consejo mendigando su voto, por mucho que la inútil comisión de etica judicial haya dicho que eso «no está bien».
    Que te quede el consuelo de los viejos soldados, que se retiraban del servicio con la mayor recompensa, que es la intima satisfacción por el deber cumplido.

  2. lourdes sainz

    Primera vez que escribo en su blog: le sigo, como opositora, hace tiempo…
    NO puedo más que darle todo mi apoyo en esta situación. Las injusticias se combaten….muchas veces inútilmente, pero no queda más que seguir luchando para intentar en lo posible eliminar todas esas arbitrariedades y corruptelas..
    Si no se hiciese, nunca se lograría nada..
    Por lo menos, la vergüenza pública de quién ha dado esos 18 votos, frente a su insultante 0.
    Pocos juristas tan reconocidos y admirados por su lenguaje directo, su variedad de temas etc.. como Ud.

    Mi admiración y agradecimiento, siempre.

  3. José Antonio Prieto Rodríguez

    Buenas tardes,
    Siento el desenlace, pero está claro que en este país, se sigue mezclando política y confianza selectiva,
    Cuando de méritos se trata, como bien dice, no cabe consenso ni argucia, aplicación de las bases, ya que no cabría otra.
    Pero como bien dice otro lector, estamos en España.
    Le ánimo a defender sus méritos, allá donde tenga que hacerlo.
    Gracias, por compartir, veo que no solo le ocurre a quien escribe (en otros ámbitos por supuesto, pero en el seno del Administración Pública.
    Un saludo.

  4. Martin Bueno

    Hay un voto particular del entonces vocal Alfo López Tena que describe como funcionan los nombramientos en el CGPJ. Hay dos grupos PP con APM y PSOE con JD ahora JJD. Se reparten los puestos por bandos en función de aritmética de vocales. Obviamente Chaves no estaba en ninguna de los padrinos por lo que no hay bautizo. El magistrado Serrano del TSJ de Asturias sala social vio rechazado su ascenso a magistrado del TS por una candidata muy por debajo de sus méritos. El TS estimo su recurso y revoco por falta de motivación. Luego el CGPJ de Hernando la volvió a nombrar.
    La conveniencia política es el alma mater de los nombramientos.

    • Esa conveniencia se manifiesta en todos los ámbitos de las AAPP incluídas sus entidades y demás allegadas, diría q en cualquier consejo de cualquier índole y en muchos nombramientos hasta terciarios donde se obvia la capacidad y se prima el futuro servilismo

  5. Y no pasará nada…
    Este estado de derecho se nos cae a pedazos y parece que el único derecho que va quedando incólume es del pataleo.
    Y no tienes por qué disculparse de poner lo que piensas, la justicia está por encima de cualquier prejuicio.

  6. Enrique Sánchez

    Me parece muy correcto todo lo que has indicado.

    Debes recurrir, nos ofrecemos de forma gratuita a ejercer tu defensa.

  7. Anónimo

    «El Emperador está descontento de que no me haya mostrado conmovido y agradecido por mi nombramiento de gentilhombre de cámara. Puedo ser un súbdito, incluso un esclavo, pero nunca seré el lacayo ni el bufón de nadie».
    A. S. PUSHKIN

  8. Susana

    La clave está en los 0 votos. Eso significa veto, órdenes de arriba. Molesta Ud., molesta su blog. En España hace muchos años que la virtud, el mérito y la capacidad no solo no se premian, sino que se desprecian en el mejor de los casos y se persiguen con saña en el peor. No deje Ud. el blog, porque somos muchos los que le seguimos y apreciamos. Ánimo ¡y adelante con ese recurso!

  9. Anónimo

    La Justicia en este país, cuanto más arriba, más injusta.
    Por cortesía del CGPJ, cada vez más políticos y menos Juristas

  10. Antonio

    Hola «guerrero». Voy, espero comprensión, a apearme del tratamiento porque en este preciso instante te siento «Compañero». Excuso decirte que sé por lo que estás pasando, voy sobrado de empatía.

    Estás experimentando en propias carnes lo que otros llevamos años padeciendo. Estoica y resignadamente, a veces, llorando en silencio otras, o gritando impotentes nuestra desventura sabiendo que nadie hay al otro lado que escuche, a excepción de los «compañeros de fatigas». Siempre se repite el mismo patrón: nadie hace nada y luego, si le toca, se queja amargamente.

    Lo que te ha pasado, estimado José Ramón, tiene un nombre y no te atreves a proferirlo. Se aloja en el tipo de injusto del 404, si es que es tal como tú lo relatas. Únicamente te queda, más allá de la gallardía que exhibes, la valentía para restablecer el orden de las cosas. Lo demás son fuegos artificiales efímeros que nada aportan.

    Yo estoy en casa na cruenta batalla, que se va a endurecer aún más porque tengo preparada querella contra algunos de tus compañeros. No hay otra manera. Aunque ello me cueste lo que más me gusta hacer. Amo mi profesión y no soy ningún ingenuo. Esta gente, compañeros tuyos, no míos, se las gasta así. Algunos de los que militan en tus filas son muy chungos y se resguardan en el principio de independencia, pervirtiéndolo. Jueces corruptos, pese a que ninguno de vosotros da un paso al frente y espete algo así como: alto ahí, no en mi nombre. Pero no, miráis para otro lado y el macabro juego sigue con gran daño para el Estado de Derecho y más todavía, y concretándolo, para las personas. A mí, por ejemplo me han arruinado patrimonial, profesional y moralmente una pandilla de desvergonzados.

    Siento mucho tu pérdida y me solidarizo con tu estado de ánimo. Anuncias batalla, conociendo quien esgrime la espada, sé que lo hará con nobleza y con esquisito conocimiento; también con mucho pesar, envuelto en estupor, el mismo que le ha hecho poner en solfa la lealtad institucional que tenía por sacrosanta. Parece que no era inexpugnable, o no tanto, cuando las balas te han alcanzado. Sí eso sucede, la perspectiva altera la visión de lo que nos rodea, alterando o, por mejor decirlo, poniendo todo patas arriba.

    Te deseo, finalmente, un pleno restablecimiento. Hay quien defiende que el tiempo es fiel aliado que todo lo vence. No en mi caso. Comprobarás, por tu acreditado sentido de la Justicia, que no es de la manera que dicen. Quienes lo hacen, lo manifiestan desde la frialdad de la distancia.

    Pero mejor que dejar atrás el amargo suceso vivido, te deseo que la lucha que emprendas rinda fruto. En esa esperanza me tienes a tu lado.

    Saludos cordiales.

  11. son cosas del destino , usted un erudito en temas administrativos, humilde y de explicación sencilla pero certera, que tanto ha hablado de discrecionalidad, sufre en sus propias carnes una de este calado. En casa de herrero…

  12. Anónimo

    Querido José Ramón. En la administración es peor. Prefiero pensar que estás cada día por aquí para alumbrar más si cabe, la enseñanza.

  13. carlos

    Hoy como siempre, gracias por compartir con todos nosotros un asunto «que nos puede pasar a cualquiera» en esta España que nombra Juan Serra.
    Es difícil de admitir decisiones tan fuera de punto y seguir creyendo.
    Te puedo recomendar mi remedio casero pero verdadero: los buenos vinos para los malos momentos.
    Abre la mejor que tengas para restablecerte. Y después ya se verá..!
    mis ánimos.
    carlos

  14. Anónimo

    Ciertamente vergonzoso. Ánimo y a ver si el recurso repara el entuerto.

  15. Resulta que lo que debería ser el Templo de la Justicia, resulta ser una cloaca de la discrecionalidad.
    Ver para creer…
    Mucho ánimo Magistrado.

  16. Anónimo

    Bienvenido a lo que los demás sufrimos con la imparcialidad judicial….

  17. Anónimo

    Lo siento mucho, y hay que luchar, pero es el día a día de la Administración, que es totalmente arbitraria en sus actos y que usa y abusa de su poder. Luchando se gana, y con los argumentos que Vd. tiene seguro!!!. Animo!!!

  18. José Manuel Cerra

    Que pena, no le conozco personalmente Sr Chaves, pero sus libros me han ayudado muchísimo, gracias por su gran trabajo en todos los aspectos del mismo, y créame cuando le digo que somos muchos los anónimos que le apreciamos. Una pena la deriva que está adoptando este país …

  19. Odoneti

    Ánimo!!! Y lucha!!!

  20. Francisco Martín

    José Ramón, lo primero que quiero es darte las gracias por compartir la noticia con nosotros, tus lectores. Yo me siento honrado por ello.
    Después, manifestarte que el Derecho Administrativo y la jurisdicción contenciosa eran para mí unas materias obscuras y profundamente antipáticas hasta que un día por azar caí en tu blog. Desde entonces, poco a poco, has ido consiguiendo que me gusten y hasta que me apasionen. Y este don, que es una mezcla de maestría, pedagogía, conocimiento y amor por tu trabajo, lo tienes sin que sea necesario que nadie te quiera o no reconocer.
    Por último, lucha, claro que sí. Peléalo y…. nos cuentas, que esperamos impacientes.
    Fran.

Gracias por comentar con el fin de mejorar

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