Burocracia

Un caso de burocracia privada, divertido si no fuese real

Cuando se critica la burocracia se está criticando a los empleados públicos, considerando que por el hecho de serlo son torpes, retardatarios o maliciosos. Una leyenda negra, porque existe lo que podría llamarse “burocracia privada”, que vuela bajo el radar de las críticas. Lo ilustraré con lo que me sucedió ayer, y que refleja que no es un problema de ser o no funcionario, sino de ser idiota o no serlo.

Veamos ese sucedido. Lo expondré en tono lúdico aunque con hechos totalmente reales. Hace tres días me telefonearon de la empresa de transportes Nacex, y con amabilidad un empleado me indicó que no habían encontrado a nadie en mi domicilio para recoger un paquete a mi nombre, y que si no me importaba, lo dejarían en un establecimiento cercano que actúa de centro suyo de recogida. Me personé ayer en el local, que era un cruce de locutorio y bazar chino, y paso a relatar fielmente lo sucedido:

– Buenos días. Vengo a retirar un paquete depositado a mi nombre por la empresa Nacex.

Un individuo de unos cuarenta años, con aspecto físico de Torrente, el de las películas, me respondió desde el interior de un mostrador, donde estaba sentado en una silla frente a un ordenador:

– Sí, este es el punto de recogida de Nacex.

En ese preciso momento, vi a sus espaldas un paquete con el formato de mi envío (una revista de El Consultor),así que le digo sonriendo:

-Creo que es ese que tiene usted a sus espaldas. Lo reconozco.

El individuo se volteó, tomó el paquete y lo miró con atención de desactivador de explosivos, para proclamar:

– José Ramón Chaves García.

-Ese soy yo. – Asentí con la cabeza.-

Torrente puso el paquete a su lado, miró el ordenador y dijo:

– Pues no puedo dárselo. No está en mi lista.

– No sé de qué lista se trata— Repuse sonriendo—, pero es mi paquete y vengo a recogerlo identificándome con el DNI, así que puede dármelo.

– No – me miró como si le hubiese apuntado con una pistola- No puedo dárselo porque su nombre no figura en la lista de los que tienen listos sus paquetes para recogerlo. No es posible.

– Oiga – Mi voz se elevaba. – La empresa NACEX me telefonea y me envía un SMS en que me indica que puedo recoger aquí mi paquete ( levanté mi móvil para enseñárselo); el paquete va a mi nombre, no suyo ni del vecino; y estoy identificado. ¿Qué problema hay?

– No puedo dárselo. No está en mi lista, y cruzó los brazos.

Sin duda ese mequetrefe no estaba en la lista de los listos. Ni que su lista fuese el censo electoral para poder votar.

– ¿Por qué? Dígame una razón.

– Porque no está en mi lista y si se lo doy, y más adelante está en mi lista, y vuelve a buscar su paquete, yo no podré dárselo y me buscaré problemas.

– Pero, ¡óigame! – intenté buscar la sutura de la lobotomía de su cerebro– ¿Tengo aspecto de ir pidiendo paquetes que ya he recibido a la misma persona que me lo ha dado?,¿Quiere que le firme una declaración jurada?…

-Lo siento. No está en mi lista.

Me debatí entre las lágrimas y el impulso homicida. Aunque ningún juez me condenaría, me contuve.Estuve a punto de decirle que él estaba en la lista de los imbéciles, en lugar destacado, pero le dije:

-¿Puede usted llamar a Nacex y aclarar la situación?

– No – Tiene que ser usted el que los llame y que ellos lo incluyan en mi lista, caballero.

Acertó en lo de “caballero”, porque las máquinas de coca-cola si no funcionan las zarandeas o golpeas como desahogo, y en cambio opté por considerar que la inescrutable justicia divina me estaba haciendo pagar por algún error del pasado. Así que Apoyado en el mostrador y mirándole airado, llamé a NACEX. Tras hablar con una computadora (Pulse 1, si desea información, etcétera; al no decirme la voz pregrabada qué número debía pulsar para alertar a la empresa de que habían contratado a un capullo, Pulsé “Cualquier otra incidencia”).

Por fin, una voz humana me escuchó el caso y me dijo:” Basta con que usted se identifique con el DNI y se lo tiene que dar”. Le repliqué:

-Le acabó de explicar a este guardián de listas que estoy identificado y se niega.¿Por qué no habla usted con él?

El empleado de NACEX al otro lado del teléfono me dijo: “Aguarde, que voy a pasarle con un compañero”.

 ¡ Y me ponen una musiquita interminable! Mientras Torrente parecía afanarse en unos papeles (tengo fundadas razones para pensar que los barajaba pues ya tenía también razones para pensar que no sabía leer, visto lo visto).

Transcurridos quince segundos estallé:

– ¡ A tomar viento…! (Los italianos tienen una expresión muy bonita: e poi vaffanculo).

Y me fui.

Suelo ser muy tolerante, pero se ve que soy tan imperfecto que pierdo los estribos ante los imbéciles. Sacan lo peor de mí. Eso me hizo pensar en lo bonito que es mi país que tolera inútiles asumiendo responsabilidades que les quedan grandes, pero también pensé en la fortuna de que el tal Torrente no fuese funcionario, porque poco favor haría a la cosa pública. No quiero imaginarle en la sanidad pública e informando al paciente de que “aunque traiga los dientes en su mano rota, no pueden atenderle porque no está en la lista”.

En fin quede lo dicho, para que pensemos en la gran lotería para que te atienda alguien sensato en el ámbito privado o público. Y para que pensemos en la legión de empleados públicos que calladamente, con discreción y eficacia nos atienden cada día, como reflejé en mi ensayo titulado “Ser funcionario en tiempos difíciles. Motivos de orgullo y claves de supervivencia”(Wolters Kluwer,2019). Creo que una lectura amena, cargada de citas y anécdotas… y actualidad. Pero lo auténticamente bueno, es haberme desahogado aquí de mi mala experiencia, y haber comprendido lo dicho por Einstein:«Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro».

22 comments on “Un caso de burocracia privada, divertido si no fuese real

  1. Anónimo

    José Ramón, empatizando con su reacción y percepción, añadiría que además, el receptor del pedido se siente impotente y entristecido por no tener la suficiente paciencia para que el estúpido, por fin, hubiera entregado el paquete al destinatario. Queda la sensación de que siempre gana el inepto paciente.

    Ánimo y aprender de esta lección de vida que en ese punto de recogida no queremos que depositen ningún pedido nuestro.

    Buen día!

  2. alberto

    lamentablemente la estupidez humana no distingue entre hombres/mujeres, funcionarios o trabajadores, empresarios o profesionales, y así ad infinitum. Lamentable y la sensación que cada dia que pasa el número crece

  3. La anécdota resulta exasperante de imaginarla. Si bien, la comparación es similar a «aceptar pulpo como animal de compañía». Un día un Juez escribió «Me parece bien que los Notarios oficien bodas, eso si, deberían hacerlo gratis como se hace en el Juzgado». ¿Gratis?. Que desconocimiento -con todos los respetos- pues eso lo pagaremos todos coactivamente mediante penas hasta de prisión sino se afloja el bolsillo (los que lo usen y los que no). Pues bien, siendo un incompetente, se puede optar por no volver a contratar a Nacex, exigir que el envío se realice con otra o simplemente no ir y obtener el producto por otros medios. Lamentablemente, frente a un funcionario, debes pagarlo coactivamente y no hay posibilidad de elección.

  4. Humbert

    Me ha hecho reir, gracias. Me he encontrado con situaciones parecidas. Lo bueno es el humor que le pone al contarlo. Ahora mismo estoy recordando algunas de las que he vivido. Un cordial saludo.

    • Gracias, Humberto, hay que reírse para no llorar.

    • rafael

      Me recuerda diálogos que aparecían en tebeos de hace ya varios años. ¿seguro que era un ser humano? ¿No sería un robot de último modelo parecido al humano?

  5. Anónimo

    Vaya con el paquetito, igual si le hubieras dicho que tenías razones fundadas para sospechar que contenía una bomba, hubiera llamado a la policía y así haber puesto orden en el asunto…

  6. yeyutus

    En el mundo judicial hay casos aún peores…..a modo de ejemplo, demanda conteciosa administrativa contra la administración y dos organizaciones sindicales, el magistrado de lo contencioso estima y resuelve sobre el petitum claramente, plantean recurso al Tsj y la ponente, acepta unas alegaciones de un claro desvío procesal sobre si la tierra es redonda, no era objeto de demanda ni venían a cuento, estima el recurso, se plantea nuevo recurso ante el Tribunal Supremo y se inadmite con 1000€ de costas porque entiende el Supremo que el recurso esta discutiendo, sobre algo que no fue objeto de la demanda inicial….(obviamente estamos rebatiendo la sentencia del TSJ que ciertamente usa argumentos para estimar, que nada tienen que ver con el recurso inicial). En fin perogruyada tras perogruyada pero con 1000€ de costas. El día que permitan a Sr. que reparte los paquetes de Nacex decir que viene vd, a recoger un paquete que no esta en la lista y por adelantarse a recogerlo son 1000€ de costas, uno entenderá que esto de las Costas no tiene mucho o ningún sentido, salvo desanimar a que se haga justicia.

  7. Cristina R

    Buenísimo relato de hechos que ponen de manifiesto lo injusto de la calificación a los funcionarios, que además no es del todo real; esa ineptitud es de lo más habitual en la empresa privada y consigue que, efectivamente, surja nuestro instinto asesino; pero, hemos de acostumbrarnos a reclamar. Aunque marcharse y contarlo aquí es una buena terapia y un placer para mí como lectora de tu blog -porque siempre me enriquece infinitamente y me saca muchas sonrisas- creo que presentar una reclamación para poner al «señor inteligente» en su sitio y que el siguiente no sufra lo mismo, sería lo justo. El tiempo es oro, la pérdida económica que supone ir y volver al centro de recogida no nos la paga nadie y además, jamás -o casi nunca- nos indemnizan cuando el comercio o el prestador de servicios comete errores que como consumidores no estamos obligados a soportar. No tomamos conciencia de lo importante que es nuestro tiempo, nuestra gasolina, nuestros nervios ante situaciones tan absurdas como remediables, nuestras pérdidas de oportunidad mientras vamos a arreglar lo que otro ha hecho mal.. Hace poco me ocurrió con una compra de 8 euros; no presenté hoja de reclamaciones en esa ocasión por no comprometer a la empleada que no tenía culpa alguna, pero escribí un correo a la empresa que me contestó regalándome un bono de 20 euros para comprar en su web; sin embargo, ¡se «olvidó» de devolverme los 8 euros del producto defectuoso!; les agradecí y acepté el bono como indemnización por los tres viajes a la tienda con la correspondiente pérdida de tiempo y dinero, pero insistí en la devolución de los 8 euros y me los abonaron, después de solicitar que lo hicieran directamente en la tarjeta con la que pagué, pues no iba a invertir más tiempo y dinero para que se materializara la devolución; y así lo hicieron. Sólo me costó tener que escribir un nuevo correo, en el que, claro, también invertí mi tiempo… ese bien tan escaso.

  8. Ricardo Narbón

    Estimado José Ramón, entiendo que cuando le entregaron al sesudo trabajador del establecimiento el paquete el repartidor de NACEX, éste le haría firmar la correspondiente entrega junto con el resto de paquetes no entregados, no sé la forma que tiene NACEX de reflejar que la mercancía está en depósito en un establecimiento en concreto (lista en papel, en ordenador, etc.), pero evidentemente él y no tú, se debería de haber puesto en contacto con NACEX para que quedara constancia de que el paquete obraba en su poder e iba a ser entregado. En los FAQS de NACEX no habla de listas https://www.nacex.es/irFaqs.do.
    La diferencia entre un funcionario y un particular es que el primero no lo puedes evitar nunca.
    Sólo una puntualización, la idiocia y la imbecilidad son enfermedades mentales, aunque muchas veces la utilizamos, yo el primero, para referirnos a estúpidos redomados. Me he reído un montón con la anécdota. Un abrazo.

  9. FELIPE

    Moraleja: no te acerques a una cabra por delante, a un caballo por detrás y a un tonto por ningún lado.

  10. Yolanda Merino

    El error fue creerse que efectivamente alguien humano había ido a su casa con el paquete y que no había nadie. creo que el sms está programado para ahorrarse el último tramo de la entrega. por eso efectivamente no estaba en la lista del señor del mostrador. porque aún era paquete para entregar. Se adelantó Vd señoría…

  11. ¿Al final figuro su nombre en la lista?, ¿qué ha ocurrido con el paquete?…..

  12. Joaquin

    En mi experiencia la burocracia mas desesperante no es la publica de los juzgados y la Administración pública, sino la privada de las compañías eléctricas. Nadie como ellas para inventar problemas cuya solución desconocen.

  13. Creo que el Sr. Torrente está muy desaprovechado en el bazar-locutorio.
    Si se arrima a un concejal le veo futuro como jefe por libre designación, y si se arrima a un alcalde y lo hace concejal tiene un potencial enorme por delante.

  14. Anónimo ma non troppo

    Muchos ciudadanos tienen que ir reiteradamente a una sucursal bancaria después de haber acreditado el pago del impuesto de sucesiones mediante la exhibición de la carta de pago. El empleado del banco pone diferentes excusas para evitar la entrega del dinero a sus legítimos titulares. Y las explicaciones surrealistas superan a la sufrida por don José-Ramón.
    También sucede con la simple extinción de un contrato de cuenta corriente. En una ocasión tuve que pedir una hoja de reclamaciones de las que remite la Administración de Consumo ante las excusas que aducía la empleada para evitar que cancelara una cuenta corriente, me respondió que estas hojas estaban bajo llave y el empleado que tenía la llave no había ido ese día. Dije que tendría que llamar a la Policía municipal para que levantara acta por una infracción en materia de Consumo y, sorprendetemente, pude cancelar la cuenta corriente en ese momento.

  15. kermita

    Algo parecido me ha pasado para conseguir un poder de un cliente que me permita acceder a un expediente para posteriormente hacer un recurso administrativo frente a una providencia de apremio sorpresiva, al carecer de ningún antecedente.
    Formulo la solicitud de acceso en sede electronica. con la firma electrónica que suministra el carnet profesional de abogado y acompañando documento de autorización firmado por el ciudadano y con copia de su DNI. Recibo llamada del organismo destinatario que esa formula de autorización ya no vale. Ahora tengo que estar apoderado en la web APODERA. Problema, en la web se requiere la solicitud del poderdante con certificado electronico -que el cliente no tiene porque recordemos no está obligado a relacionarse con la Adminsitración por medios electronicos- y la posterior aceptación por el abogado, también con firma electronica, así que no somos capaces de subsanar el defecto.
    Dado que el cliente tenia cita previa en la AEAT para ver los antecedentes del proceso de recaudación aconsejo al cliente que en la propia AEAT le asesoren sobre el apoderamiento. Problema: el funcionario que le atiende de tema apoderamiento ni idea…eso es cosa de Registro; vuelva ud a pedir cita previa y vuelva otra dia.
    Solución: desplazarse de ciudad e ir en persona al Registro del órgano destinatario de la solicitud de acceso al expediente, donde afortunadamente no funciona la cita previa; algo es algo. Después de una hora de amable atención por parte del funcionario del Registro, hemos conseguido hacer un poder en APODERA -no hay una fórmula sustitutiva de hacerlo en papel cuando se «cuelga» el sistema o da error-.
    En fin, depués de una semana y media tenemos poder…ahora solo cabe esperar el acceso al expediente.

  16. La próxima vez saque un artilugio electrónico y comience a hacer fotos. Del local, del paquete, del mostrador, una de su propio reloj para captar la hora… Es para la demanda contra la empresa…
    Ud como es Juez no podría hacerlo, se vería feo.
    Yo como sólo soy señora del vecindario y jubilada, puedo y a veces hago cosas así.
    Infalible.
    La parte más instintiva, donde radican el miedo y la estupidez, se activa al ver instrumentos tecnológicos y cosas así.
    Y le dan su paquete, que es lo que queríamos conseguir.

  17. Un tipo.

    Rompo una lanza a favor del currante.

    Más allá de lo estúpido y surrealista de la situación, ese Torrente tendrá a un jefe o una jefa por encima que le habrá dado la instrucción de no dar paquetes a nadie, bajo ningún concepto, si no están en la susodicha lista.

    En vez de asumir que el tipo es un idiota integral, quizá el idiota sea su jefe -o su jefa- y él sólo el último engranaje de una disfuncional cadena de mando.

  18. En la vida hay reglas, las organizaciones tienen reglas que los empleados deben seguir, es su trabajo, estas reglas se crean para mantener el orden, en su casa usted pone sus reglas o no, o usted deja que su vecino venga a su casa a hacer lo que le da la gana, me parece que los improperios que se escriben en esta historia estan demás, solamente expresa la malacrianza de una persona que no tiene limites claros y que cree que como en su casa hace lo que le da la gana en la calle también y los que estan trabajando son serviles de ego trasnochado.

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