Contencioso

Humor y derecho administrativo

El derecho administrativo es cosa seria, porque se ocupa de domesticar al poder público, que es dueño de nuestras vidas y haciendas. De hecho el acta de nacimiento de nuestro sistema administrativo se localiza en los frutos de la Revolución Francesa, tras la simiente de crispación, sangre y lágrimas. Sin embargo, junto a las sombras hay gozos, y junto al legado de normas y formas, hay sutilezas y alegrías.

No solo no es un sacrilegio mirar con humor el derecho administrativo sino que resulta una perspectiva saludable.El jurista que adopta una mirada ingeniosa y pose de crítica elegante, puede sentir y proporcionar emociones positivas y placenteras, permitiendo captar en toda su dimensión la esfinge pública. Apearla del pedestal. Descubrir su talón de Aquiles. Mostrar sutilmente las contradicciones entre lo pintado por la norma y lo vivido en las oficinas públicas y en la calle.

El humor y la administración son universales. Eso explica que la literatura haya puesto algunas brillantes letras en tan singular fenómeno. No se trata solo de los préstamos literarios que tomamos para calificar a la Administración etiquetándola de dantesca o kafkiana, o que nos sintamos Quijotes luchando contras los molinos burocráticos. Me refiero a las joyas escritas que centran su objetivo en la administración y la burocracia, pudiendo citarse ejemplos de literatura universal: estadounidense (Bartleby el escribiente, Herman Melville), rusa (El Inspector, Nikolai Gogol), inglesa (Las leyes de Parkinson, Northcote Parkinson), francesa (Fisiología del funcionario, Honorato de Balzac) o española (Vuelva usted mañana, Larra; Miau, Benito Pérez Galdós).

Incluso el séptimo arte se ha prestado a mostrar puntuales facetas con toques de humor (El Gran Dictador, 1940; La Vida de Brian, 1979; El Verdugo, 1963; Muerte de un burócrata, 1966, etcétera). Y como no, muchos debemos agradecer el legado de la revista preconstitucional La Codorniz o las impagables viñetas de Forges sobre la burocracia en su inimitable Mariano, o incluso Quino que hacía decir a Mafalda grandes cosas desde la aparente inocencia.

Sin embargo, hacía falta que el humor penetrase en las venas de la academia, y concretamente del derecho administrativo. Se trataba de ir más allá del humor brillante administrado con cuentagotas (Ramón Martín Mateo, o Sosa Wagner) o del sarcasmo crítico (Alejandro Nieto) para abordar una visión de un grupo significativo de flancos graciosos del poder público, mediante buena y constructiva pluma.

No se trataba de frivolizar con el derecho administrativo, ni del chiste fácil o la mirada cómica, sino de algo más sabio y útil, como es la búsqueda de la lírica del derecho administrativo. Ese el reto cumplido con la obra El discreto encanto del derecho administrativo (Tirant lo Blanch, 2021), de Marcos Vaquer Caballería, catedrático de derecho administrativo, que tuve el honor de comentar en el acto organizado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona el pasado 23 de marzo, de la mano de Juli Ponce Solé, catedrático de derecho administrativo, quien supo captar la importancia del humor para formar en derecho y abrir las puertas de la disciplina para que entrase el soplo del aire fresco de las emociones placenteras, y contando con la presencia de nutrido público de alumnos, cuya presencia y atención merece agradecerse vivamente. Un hito relevante en la mirada al lado divertido del derecho administrativo.

Aquí debo callarme y dar paso a la espléndida síntesis del encuentro de Barcelona, efectuado por el relator Juli Ponce, quien me dedica generosas palabras que tienen el atenuante de que el mismo es generoso con su ciencia (magistral paladín de “la buena administración”) además de “bellísima persona”, concepto jurídico indeterminado que concreta a la perfección con su ejemplo.

Por si fuera de interés este pequeño hito hacia nuevos horizontes en la disciplina, parafraseando el refrán, “no es tan triste el león, como lo pintan”, aquí tienen la crónica comentada del acto.

3 comments on “Humor y derecho administrativo

  1. Anónimo

    no me era posible asistir, pero envidio a la gente que pudo estar presente en la sala-auditorio. gracias por ser un blog tan variado.

    carlos

  2. vcenç navarro betrian

    Fue una buena y agradable sesión en la que el humor se introdujo dejando un final de acto con los ponentes tumbados. Los asistentes telematicos saben la veracidad de la afirmación. Esperemos que como al final los doctos ponentes volvieron a enderezar el Derecho administrativo. Un saludo y muchas gracias por la sesión.

  3. Conquero

    El acto de presentación tuvo un nivel acorde al del libro del profesor Vaquer. Pocas veces una obra de tan pocas páginas dejó tantas enseñanzas y tantas referencias bien traídas. Ojalá que se convierta en un clásico de la disciplina que sirva como complemento a los grandes manuales y tratados, porque se aprende mucho con ella.

Gracias por comentar con el fin de mejorar

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