Memoriam

Agustín Gordillo, In memoriam

Me entero con pesar que el 9 de enero pasado falleció el célebre jurista argentino Agustín Gordillo (1938-2024). A veces los administrativistas tenemos que levantar la vista y otear el horizonte iberoamericano para comprobar que hay tierra firme de doctrina donde encontrar las especias jurídicas que dan respuesta a los problemas de justicia administrativa.

En el caso del profesor Gordillo,  quien fuere abogado y catedrático de derecho administrativo, además de magistrado de tribunales internacionales donde fue paladín de los derechos humanos.

Ya en 2014 comenté su colosal «Tratado de Derecho Administrativo», que ofrecía y se ofrece en libre descarga la Fundación de Derecho Administrativo, de la que era presidente, y que se ha completado nada menos que en once tomos.Pasados los ochenta años seguía ampliando esta magna obra y confesaba que «los siguientes volúmenes están proyectados y en curso de preparación. Si el destino llega antes, tal vez otros puedan terminarlos por mí. Pero en tanto continúe yo, seguiré pensando y corrigiendo y algo más. Como en el cuento de la rana y el escorpión, está en mi naturaleza, no puedo evitarlo».

Invito a su lectura porque aguardan grandes sorpresas que demuestran que el derecho administrativo, aunque sea el derecho del poder y como tal vinculado en su fuente al músculo o talante ideológico de los gobiernos, tiene una vocación transfronteriza y un lenguaje común: la lucha por un mínimo denominador de garantías jurídicas comunes. En sus reflexiones señalaba su estilo académico para «que el lector pensara, buceara en su propia mente, cuestionara, preguntara, dudara, sintiera»

Toda su obra es recomendable, por su claridad, rigor y justicia. El último mohicano del derecho administrativo puro en un país donde la elasticidad de la disciplina es preocupante.

Ahora que se ha ido, recomiendo vivamente la lectura del tomo más liberado de cuestiones jurídicas y más personal, titulado “A mi padre:  “Éste soy yo” (Tomo 10)» pues se refiere a su forja como persona y jurista, que resulta delicioso por las referencias a su vocación,  lecturas y películas, la academia, sus amigos, sus alegrías y tristezas, su visión del papel del docente e investigador, el proceso creativo, su hiperconcentración que le permitía hacer cosa cotidianas mientras realizaba actividades intelectuales, su libertad creativa, indicación de anécdotas de políticos y abogados o referencias literarias, etcétera. Es una lectura deliciosa a las confidencias de un genio, que asombra por su planteamiento crítico, sentido común, bonhomía, sensibilidad, libertad y curiosamente, su adaptación en la última etapa a los nuevos tiempos digitales.

 Comenta en sus memorias el profesor Gordillo que «al celebrar el Consejo de Estado francés su segundo centenario fue uno de los dos latinoamericanos invitados a asistir, lo que llevó a García de Enterría, allí presente, a preguntarme zumbonamente:¿Tú que haces aquí?. Nos conocíamos personalmente desde 1969, y esto era en el año 2000, se podía perfectamente permitir la chanza, en suma elogiosa y desde luego amistosa»

En su día, el profesor Gordillo rindió homenaje póstumo a Eduardo García de Enterría (RAP 178,5-13)  y a Jesús González Pérez  (RAP 297.7). Ahora los tres maestros tendrán oportunidad de hablar y darse el invisible abrazo de quienes han aportado mucho en la tierra y quizá vuelvan a decirle:¿Tú que haces aquí?

Descanse en paz con la fecunda cosecha de obras y discípulos, a ambos lados del océano.

4 comments on “Agustín Gordillo, In memoriam

  1. Jesús MC

    Que palabras más bien escritas SEVACH si Gordillo no estuviera agradecido por ellas, yo sí que lo estoy, gracias por las mismas. Personalmente no conocí al Sr. Gordillo pero tus palabras dedicadas a él me han llegado al alma.
    Saludos.
    JMC.

  2. FELIPE

    Estoy convencido de que si Dº Agustín Gordillo, personaje excepcional, eximio jurista y crisol de capacidades y saberes (administrativista genial de talla mundial: dominador del arte de la simplicidad y la síntesis conceptual gracias a su conocimiento profundo de la materia; profesor de universidad: con categoria de maestro con un talento abisal; ciudadano comprometido: respetuoso, tolerante, crítico y reivindicativo y demócrata demostrado y convencido; y, lo que es primordial: ser humano ejemplar;), hubiera sido español y/o vivido en nuestro país, amén de ser referente indiscutible para muchos (qué sonrojo causa pensar que la gran mayoría ignora de su existencia) habría simpatizado con este Blog. ¿Saben por qué? Porque DelaJusticia.com, más allá de su originalidad, individualidad y autonomía, coincide, se identifica y sintoniza con mucho de lo que Gordillo propugnaba y defendía.

    Para muestra basta un botón. Refiere Jorge A. Sáenz en el Prologo que hace a su magnífico Tratado de Dº Administrativo (Tomo I):

    «En este orden de ideas, ubicó a la función administrativa, en la medida que comprende a la totalidad de las actividades del Poder Ejecutivo (además, pero secundariamente, de las de los otros poderes que no sean materialmente su función principal) en una posición subordinada a la legislación y a la jurisdicción, dentro del equilibrio teórico de los poderes diseñado por la Constitución. No obstante, verificó en la realidad el desequilibrio real, consistente en que los poderes legislativo y judicial están en los hechos subordinados al ejecutivo. Hace más de treinta años Gordillo explicaba que ello se debía a la necesidad política de los legisladores de contar con cargos públicos para atender a su clientela y sus corruptelas, nombramientos que sólo el Poder Ejecutivo podía proporcionar, además de señalar…
    … verificada la magnitud de los defectos de funcionamiento del estado argentino (¡mutatis mutandis del nuestro actual!), que problematizan su inclusión en las categorías de estado de derecho y de régimen político con democracia representativa, volcó buena parte de su esfuerzo teórico en examinar las nuevas condiciones de ejercicio de las funciones estatales, básicamente la administrativa, a través de la participación de los ciudadanos en el espacio público, como actores eficaces en la formación de la voluntad general, colocándose en la línea más avanzada respecto de la concepción de la democracia…
    …Desde este punto de vista, la caracterización del estado argentino (¡mutatatis mutandis del nuestro actual!) como social de derecho y democrático pasó a ser “condicional” en el sentido que la especificación de sentido que proporciona esa afirmación está sujeta a determinadas condiciones. Entre ellas (¡atención!)…. la participación activa de la sociedad civil como requisito indispensable de la democratización, el estado de bienestar y su crisis, la exigencia de un principio fuerte de igualdad, la libertad positiva, los derechos económicos y sociales, las precondiciones sociales de la libertad, la extensión de la legitimación procesal para activar las decisiones jurisdiccionales, las reformas judiciales, la descentralización, la imperatividad de las normas internacionales, los medios para combatir la corrupción, la reivindicación del equilibrio constitucional de poderes, la impugnación a la delegación legislativa y a los decretos de necesidad y urgencia y el control estricto sobre las concesiones de servicios públicos, entre otros.
    … estamos en presencia de un jurista completo e integrador, que domina el Derecho a secas, más allá de especializaciones acotadas artificialmente, cada vez más insostenibles…. Podría asegurar sólo una cosa: aunque no estén de acuerdo con una sola de las reflexiones teóricas de Gordillo, el pasaje por la discusión de sus argumentos no será una operación cultural estéril, sino, por contrario, extremadamente enriquecedora».

    P.D. Estos homenajes merecidos que hace a figuras irremplazables que nos abandonan, pero nos dejan su saber, son también la mejor clase de dº administrativo que puede haber. La que, por estar planteada desde el agradecimiento, la admiración, el sentimiento y el saber, trascienden al intelecto y llegan al corazón.

  3. EDUARDO GARCIA RAJO

    Apreciado doctor Chávez, sus palabras honran su persona y su blog, que tantos argentinos seguimos fielmente. Es notable el reconocimiento hacia una personalidad iberoamericana, que tantas veces se retacea por prejuicios. El maestro Gordillo merece ese título no solamente por la monumental obra escrita, por su desinterés en ponerla toda a disposición de estudiantes y estudiosos en forma gratuita, sino, fundamentalmente por su interés hacia sus alumnos, a quienes se esforzaba en transmitir el amor por el estudio. Fué el joven Gordillo mi profesor adjunto de Derecho Administrativo en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata, hace más de cincuenta años. Terminada la clase, atendía a cada uno de los que nos acercábamos a él con alguna inquietud, prestándonos una dedicada atención, que llegaba incluso a facilitarnos datos, libros e invitándonos a participar del Instituto de Derecho Administrativo de la Universidad en calidad de oyentes, algo inédito para entonces. Forjó generaciones de abogados especializados en la disciplina administrativa. Fundó la Asociación Argentina de Derecho Administrativo en 1976 y convocó a figuras consagradas y jóvenes talentosos, que fueron luego grandes maestros, por caso, a Miguel Marienhoff, Juan Carlos Cassagne, Ismael Mata, Tomás Hutchinson, entre otros. Su legado – y creo que por eso merece el título de maestro – es habernos contagiado a muchos su entusiasmo por estudiar, averiguar y difundir un concepto del derecho como herramienta para el progreso social y los valores democráticos. Gracias por su reconocimiento. Eduardo García Rajo.

    • El agradecimiento va hacia Gordillo, sus discípulos, y lógicamente a quienes como usted, Eduardo, supieron aprovechar su magisterio y reconocerlo en este triste momento.

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